  
Las
selkies,
hermosas
y
entrañables,
se
cuentan
entre
las
criaturas
más
populares
de la
mitología
celta.
Su
leyenda
abarca
Irlanda
y todo
el norte
de
Escocia,
siendo
particularmente
fuerte
en las
islas
Orcadas
y las
Shetland.
También
tienen
su
equivalente
en los
mitos
islandeses.
En
contra
de lo
que
podrían
parecer
a simple
vista,
no se
trata de
bellas
mujeres
hechizadas.
Tampoco
son
chicas
que
poseen
un
abrigo
de piel
encantado
que las
convierte
en focas
si se lo
ponen.
Para
nada.
Las
selkies
son
focas.
De
hecho,
la
palabra
«selkie»
viene
del
escocés
«selch»,
que
significa
«foca
gris».
Pero son
focas
muy
especiales,
que
pueden
quitarse
la piel
y
transformarse
en
bellas
mujeres
humanas.
Lo hacen
para
poder
bailar
desnudas
en la
playa,
bajo la
la luna
y las
estrellas.
También
pueden
hacerlo
para
visitar
el mundo
de los
humanos.
Las
selkies
existen
desde
antiguo
en los
folclores
de
Irlanda
y de
Escocia.
Esto
implica
que
protagonizan
o están
presentes
en
multitud
de
leyendas,
relatos
e
historias
de todo
tipo.
Estos
relatos
suelen
seguir
un mismo
patrón.
La
primera
cosa que
debe
hacer
una
selkie
cuando
se
transforma
en una
mujer
humana
es
esconder
muy bien
su piel.
Suele
hacerlo
en
rocas,
en
cuevas o
en
acantilados,
cerca
del mar.
El
motivo
de este
comportamiento
es que,
sin su
piel,
nunca
podría
volver a
transformarse
en una
foca y,
por lo
tanto,
no
podría
volver
al mar.
Para una
selkie
eso es
peor que
la
muerte.
Pero hay
otra
razón.
Si un
hombre
encuentra
la piel
de foca,
poseerá
a partir
de ese
momento
cierto
poder
sobre la
selkie.
En
muchas
historias,
el
mortal
puede
exigirle
a la
selkie
que se
convierta
en su
esposa,
aunque
en la
mayoría
de las
narraciones
ambos se
enamoran
de una
manera
totalmente
natural.
Ahí
viene el
problema,
pues el
mortal
se casa
con la
selkie,
tienen
hijos y
hacen
una vida
juntos.
No tarda
en
llegar
el
momento
en el
que ese
hombre
ya no es
capaz de
soportar
la idea
de que
su amada
lo
abandone
para
volver
al mar.
Entonces,
si no lo
había
hecho
ya,
esconde
la piel
a
conciencia,
pues, si
ella
llega a
encontrarla,
abandonará
a su
familia
sin que
la
profundidad
de sus
sentimientos
pueda
impedirlo.
Regresará
al mar
sin duda
alguna.
Está en
su
naturaleza.
A pesar
de ello,
en la
mayor
parte de
las
historias,
esta
bella
criatura
vuelve
cada año
a
visitar
a su
familia
humana,
aunque
rara vez
se queda
mucho
tiempo
con
ellos.
Raramente
se han
cazado
focas a
lo largo
de la
historia
de
Escocia,
salvo en
momentos
de
grandísima
necesidad.
De
hecho,
matar
una foca
siempre
se ha
considerado
en esta
tierra
un acto
deleznable
que
lleva la
mala
suerte
de por
vida a
su
asesino.
No se a
vosotros,
pero
para mí
este
hecho es
tan poco
propio
de la
naturaleza
del ser
humano
que me
parece
mágico,
como las
propias
leyendas
de las
que
estamos
hablando.
Tal vez
estas
leyendas
y la
fuerza
que
tiene su
folclore
para
estas
gentes
tengan
algo que
ver.
Sería
muy
bonito
pensar
que sí.
Adaptación:
Marian
Viernes
25 de
Abril
del 2025
Diseñada
el día 13 /09/ 2015, rediseñada el 24/04/2025
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