Las
Mujeres
Celtas
Las
mujeres
celtas
tenían
un
desarrollado
gusto
por la
coquetería.
Llevaban
sus
cabelleras
trenzadas,
usaban
muchos
adornos
y hasta
cosían
pequeñas
campanillas
en sus
ropas a
fin de
llamar
la
atención.
Se
maquillaban
con una
hierba
llamada
"ruan" y
con jugo
de
bayas. Pero
estas
mismas
mujeres,
mantenían
una
estrecha
relación
con los
hombres
de la
tribu,
trabajaban
desde su
niñez y
aprendían
en
manejo
de las
armas a
corta
edad.
Debido a
su vida
de
viajeras,
estaban
preparadas
para el
combate
y para
defenderse
tanto de
serpientes
como de
osos. Ammanianus
Mercellinus,
comentarista
romano,
dijo
sobre
las
mujeres
celtas:
"Unas
lobas en
celo no
lucharían
tan
rabiosamente
para
proteger
a su
camada
como
ellas..."
Las
mujeres
celtas
eran
educadas
desde la
infancia
igual
que los
varones.
Antes
del
matrimonio
la mujer
era
cortejada
y
conquistada
como un
ser
superior
y en el
ejercicio
de sus
privilegios
podía
elegir a
quien
quisiera.
Ella no
era
propiedad
de su
marido,
eran
compañeros
en una
aventura
matrimonial.
La
esposa
permanecía
como
dueña
exclusiva
de sus
propiedades,
tampoco
las
cosas
habidas
conjuntamente
o
poseídas
por
ambos
podían
ser
vendidas
o
cedidas
por el
marido,
sus
derechos
sobre
los
bienes
comunes
eran
iguales
y para
disponer
de ellos
era
necesario
el
consentimiento
de
ambos.
Podía
proseguir
con un
caso
legal,
podía
ser
titular
de
derechos
y
demandar
a sus
deudores.
Las
mujeres
celtas
que no
sólo
imponían
esta
igualdad,
sino
también
en
algunos
casos su
superioridad.
La mujer
permaneció
emancipada
y fue a
menudo
elegida
por su
profesión,
rango y
fama,
además
de tener
el
privilegio
de la
educación.
Las
antiguas
leyendas
hablan
de
mujeres
sabias,
médicas,
legisladoras,
druidesas,
poetisas,
lo cual
implica
que en
aquel
tiempo
no había
nada
inusual
en que
las
mujeres
ocuparan
estas
posiciones
dentro
de la
sociedad,
se
decían
que el
hombre
tenía la
jefatura
en el
matrimonio;
pero no
era el
dueño de
su mujer
puesto
que el
matrimonio
sólo era
un
contrato
entre
ellos.
Existía
un
edicto
que
decía
que les
pertenecía
el
derecho
de ser
consultada
sobre
cada
asunto.
Hubo
esposas
de
gobernantes
que
hicieron
sentir
su peso
en la
historia,
como
también
guerreras.
En el
año 932,
se
registra
la
muerte
de
Uallach,
la más
grande
poetisa
de
Irlanda.
Uno de
los
dogmas
de las
mujeres
celtas
era:
“jamás
permitas
que
ningún
ser
humano
te
esclavice,
naciste
libre
para
amar,
para
actuar y
no para
ser
esclava”.
Sin
embargo,
y
decididamente,
la
función
de la
mujer
como
guerrera
cambió
a la
llegada
de los
romanos,
con la
cristianización
perdió
todos
sus
derechos
restándoles
toda
importancia
y valor.
Les fue
arrebatada
la
posibilidad
de
seguir
siendo
mujeres
guerreras
y libres
de tomar
parte
activa
como los
hombres.
Por
completo
se les
prohibió
la
educación
llevando
a la
mujer a
un mundo
de
oscurantismo
de donde
apenas
estamos
saliendo
quitándonos
la venda
de la
ignorancia
y darnos
cuenta
que
hemos
nacido
Libres y
con la
Igualdad
de
derechos.
Seamos
mas
librepensadoras
ya que
el
legado
de los
romanos
fue el
dogma
que
consideraba
a la
mujer
solo
como
objetos
de
placer.
Por eso
queridas
amigas,
no
olvidemos
el
legado
de las
mujeres
celtas.
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