Los
hijos de
Milé
Se decía
que los
Tuatha
de
Danann
fueron
los amos
de
Irlanda
hasta
que
llegaron
los
hijos de
Milé,
llamados
también goidels
o scots,
cuyo
ancestro
mítico
era Milé.
Milé era
hijo de
Bile,
dios de
la
Muerte,
del que
creían
descender
todos
los
celtas.
En
cuanto a
su lugar
de
origen,
una
tradición,
ya de
origen
cristiano,
cuenta
que
cuando
los
hijos de
Israel
atravesaron
el mar
Rojo con
Moisés,
fueron
perseguidos
por un
grupo de
egipcios.
Éstos se
ahogaron
al
cerrar
Moisés
el mar
Rojo
tras el
paso de
los
israelitas.
Moraba
entre
los
egipcios
un noble
de
origen
escita,
que
tenía
una
familia
numerosa;
los
escitas
lo
habían
destronado
y se
exilió
en
Egipto,
pero no
participó
en la
persecución
de los
israelitas.
Los
supervivientes
egipcios
lo
echaron
de su
tierra,
pues
temían
que
habiendo
muerto
en la
persecución
todos
sus
nobles,
este
escita
pretendiera
convertirse
en rey
del
país.
Viajó
con su
familia
y acabó
arribando
a las
costas
de la
península
Ibérica
(nombre
por el
que
tradujeron
la
palabra
mitológica
celta de
«país de
los
muertos»),
donde se
estableció
y
multiplicó
su raza.
Bregón,
abuelo
de Milé,
construyó
allí una
torre, y
su hijo
Ith,
contemplando
desde lo
alto de
aquella
torre el
mar, vio
a lo
lejos
las
tierras
de
Irlanda,
y
decidió
viajar a
ellas.
Cuando
desembarcó,
no
encontrando
a nadie
en la
costa,
se
encaminó
hacia el
interior.
Fue bien
acogido
por los
tres
reyes
Tuatha
de
Danann
que
entonces
gobernaban
la isla,
pero
después
lo
mataron.
Cuando
sus
familiares
se
enteraron
volvieron
a Iberia
en sus
naves,
llevando
el
cadáver
de su
jefe.
Para
vengarlo,
la raza
de Milé
decidió
emigrar
al
completo
a
Irlanda,
donde
llegaron
un
jueves
primero
de mayo,
decimoséptimo
día de
la luna,
fiesta
del dios
Bel-tené
(uno de
los
nombres
del dios
de la
Muerte).
Tres
días
después
empezaron
su lucha
contra
los
Tuatha
de
Danann. Esta
primera
invasión
fracasará,
pero
habrá
una
segunda
invasión
donde
los
hijos de
Milé
triunfarán
en sus
luchas y
quedarán
como
dueños
absolutos
de
Irlanda.
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